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Presentación de «Holocausto Animal»

Publicado: 25 febrero, 2017 en Entradas

muestrafotoSerá el próximo día 30 de Marzo, a las 19 horas, en la sección cultural de El Corte Inglés de Puerta del Angel, en Barcelona:

https://www.elcorteingles.es/centroscomerciales/es/eci/centros/centro-comercial-portal-de-l-angel/eventos/presentacion-el-libro-holocausto-animal-y-otros-relatos

Ya a la venta «La rebelión de las lentejas»

Publicado: 21 septiembre, 2016 en Entradas

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portada

Presentacio_El_Mote_feb14_thb_med[1]Presentación de «El mote y otros relatos satíricos»Presentación del libro  «El mote y otros relatos satíricos»

GANADORES DEL CONCURSO EQUINOCCIO MICRORRELATOS:

– ELENA RAMOS: Se despertó con un sobresalto. Saltó de la cama y el e-book cayó al suelo. Se iluminó la pantalla, lo justo para ver la página de Equinoccio por la que se quedó antes de dormirse, e inmediatamente se desvaneció la luz. Fue al salón e intentó encontrar el interruptor con su mano temblorosa, pero no pudo. Salió hacia la cocina y fue di…rectamente al congelador industrial. Lo abrió y miró dentro. Estaba vacío. Oyó una respiración justo a su espalda y entonces sintió miedo. La persona menuda que debía estar dentro, congelada, había desaparecido, pero no estaba muy lejos…

– FERNANDO GRACIA: El cumpleaños
Hacía años que esperaba ese momento. El día del Equinoccio ella hubiera cumplido veinte años. Lejos estaba ahora, demasiado. Contempló el portal del centro de rehabilitación con aviesa mirada. Como un gatillo a punto de soltarse, un frío reptil, sabía que no tardaría en salir el cínico conductor. En la esquina desierta y cómplice, la noche, mientras el sucio pavimento resplandecía. En menos de un segundo saltó sobre él. La hoja de la katana lo encaminó a un local próximo.

-¡Quién eres, qué demonios…!

-Sólo quiero enseñarte algo. Tardaré un poco. Se llama dolor.

Un detective en la cocina

Publicado: 25 abril, 2013 en Entradas

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Portada novela..

Leyendo cosas pasadas, es lo que pasa. Sólo unas pocas veces el don de la escritura nos bendice con la casual perfección del texto. A veces estamos como ungidos por ese don… Pero por suerte o por desgracia los textos necesitan ser retocados, reescritos, revisados, corregidos, mejorados…

Siempre… a mí me ha pasado muchas veces. Aquí mismo, en este blog, casi todo lo que podrás leer es improvisado, escrito en un santiamén, tocado por la gracia, o desgracia del impulso escritor.

Fernando Gracia Ortuño

Copyright

Presentación del libro «Ydigo yo»

Publicado: 13 May, 2012 en Entradas

El próximo día 25 de Mayo a las siete de la tarde, cerca de la Plaza Ibiza, en la biblioteca Horta-Can Mariner tendrá lugar la presentación, donde también se podrán comprar ejemplares del libro

Mis ojos rojos, la noche oscura

Publicado: 17 enero, 2012 en Entradas
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No puedo evitarlo: cada vez que algo ocurre a mi alrededor que me trastoca los nervios o me conturba sin el menor sentido para otro cualquiera, mis córneas se ponen rojas. Es un instante nada más, pero por lo visto es suficiente para asustar a los interlocutores. Se ponen nerviosos ipso facto, reaccionan de mil maneras diferentes, y yo noto su pánico, intento aparentar normalidad, pero al fin todos acaban huyendo despavoridos, por mucho que traten de disimular con banales excusas oportunistas. Esto no es normal, no.

El otro día igual. Es increíble, ni aunque me mataran no lo podría evitar. Aparentemente todo había transcurrido de la manera más normal, una cita en mi apartamento como otra cualquiera, hasta que el extraño parpadeo infinitesimal de mis pestañas…, la chica quiso escapar. Pero era tarde, mis colmillos presurosos, mis garras anhelantes, mis infames zarpas hambrientas y salvajes, sedientas de roja…, roja sangre, sí, se apoderaron…,  ¡para qué engañarnos! mis ojos, todo yo ya estaba succionando como un loco brutal, un poseso salvaje, toda la parte líquida de su ser.

Roja, aunque parezca una repetitiva perogrullez,  el rojo y brillante líquido, como el zumo de algunas frutas exóticas, hasta dejarla en un mero despojo inútil, que apenas recordaba lo que unos minutos antes había sido. Como mis ojos, que en su absurdo vuelan por la vida sin ser vistos y viendo hasta haberlos sido, que no son sin ser siendo lo que han sido, ni serán lo que han visto ni han vivido, en este sinsentido absurdo y murcielaguero de volar sin rumbo en chupóptera búsqueda errática y vampìrica por los cielos negros de la noche metropolitana.

Fernando Gracia Ortuño

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